Un satélite incontrolado del tamaño de una guagua cae esta tarde y no se sabe dónde



Esta tarde, en algún momento, es muy probable que entre en la atmósfera terrestre, destruyéndose, el satélite UARS de la NASA, un artefacto de casi seis toneladas y en órbita incontrolada desde hace seis años. Los expertos están siguiendo esta enorme pieza de basura espacial desde hace tiempo y, en las últimas horas, con toda la precisión posible, pero no pueden determinar con mucha antelación dónde exactamente caerá esta enorme estrella fugaz artificial, ni a qué hora precisa. El territorio de Norteamérica quedó ayer descartado en el parte diario de la NASA sobre el Upper Atmosphere Research Satellite (UARS), indicando que su órbita, ligeramente elíptica, había caído ya hasta 185 por 195 kilómetros sobre la Tierra. El domingo pasado, el artefacto estaba a 235 por 265 kilómetros. A medida que se acerque el momento crítico, la NASA podrá indicar con mayor precisión los datos de hora y lugar.



La probabilidad de que el UARS produzca algún daño a una persona es muy escasa (una entre 3.200), ha señalado la NASA, y lo más seguro es que caiga en el océano, dado que la mayor parte de la superficie de la Tierra es agua. Al entrar en la atmósfera, el UARS se destruirá y quemará en su mayor parte, dadas las altas temperaturas que se generan por el rozamiento, pero algunas piezas pueden sobrevivir, 26 han calculado los ingenieros, sobre todo las de titanio y acero, y esas llegarían al suelo. La NASA ha declarado su interés en recuperar cualquier pieza de su satélite y pide, para ello, la colaboración de ciudadanos y autoridades de los países en los que potencialmente pueden caer.