SINC / Gustavo Durán
La duración de la cópula, así como de otras actividades, depende de un mecanismo neuronal que controla el tiempo en minutos que merece la pena dedicar a una acción. Así lo indican investigadores estadounidenses en un estudio sobre el comportamiento de la mosca Drosophila durante el acto sexual. Durante los primeros minutos, ninguna perturbación interrumpe el apareamiento. Sin embargo, si la situación se prolonga más allá de los quince minutos, cuando ya es más probable que la fecundación se haya producido con éxito, el interés disminuye y el acto sexual finaliza.